tag:blogger.com,1999:blog-35639489101615528632024-03-13T23:54:15.650-07:00Mirar con diéresisporque dos puntos siempre son mejor que unojöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.comBlogger138125tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-75926889756517346292014-01-04T22:31:00.000-08:002014-01-04T22:31:34.443-08:00#36
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjE2HuyY0BTDD_gRFggwEUimuV7Y9iOmtO1AUAB4UrFumF1HbrN4CqrJr6498ZA-s0m74GWm4wTyDp45NHlFStRzVbphZOPdc_UJ7cmfP00ITwT8XosnwM9uAuA6pTcwKk-DprczWXE0GKe/s1600/DSC_0182.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjE2HuyY0BTDD_gRFggwEUimuV7Y9iOmtO1AUAB4UrFumF1HbrN4CqrJr6498ZA-s0m74GWm4wTyDp45NHlFStRzVbphZOPdc_UJ7cmfP00ITwT8XosnwM9uAuA6pTcwKk-DprczWXE0GKe/s400/DSC_0182.JPG" width="225" /></a></div>
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
Crudo
invierno.</div>
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
Sushi
de nieve.</div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-68569900980252764622013-11-15T19:12:00.000-08:002013-11-15T19:12:24.158-08:00Primero, poesía*
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>Para
María</i></div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">La
gente se ríe cuando lo digo pero hablo en serio. No miento. El caso
es que no veo otra salida. Es el único camino. Yo, al menos, no
conozco otro. Es la única manera que he encontrado. Se llama Poesía.
Sí, poesía. Así, en grandes letras minúsculas. Ante la mentira,
poesía. Ante la sombra, poesía. Ante el engaño, poesía. Poesía.
Poesía. Poesía. La verdad frágil. La duda innegable. Las pupilas
desnudas que descubren todo por primera vez a cada segundo. El
alambique que destila la vida. Poesía para empezar, para poder
continuar, para jugar una partida nueva desde la casilla de salida.
Porque solo empezando desde el principio se puede llegar hasta el
final. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Primero,
poesía para despertar. Necesitamos que algo nos recuerde que la vida
se termina con un punto final y no con tres suspensivos. Por qué
perder tiempo en circunloquios y rodeos si lo importante, lo
necesario se dice en dos palabras. Tan sólo basta una mirada, un
suspiro, un instante y todo queda dicho. Por qué evitar el camino
recto del verso. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Primero,
poesía porque solo el mañana tiene sentido si ayer nace sin hoy. El
futuro oprime y el pasado condiciona. La poesía no soluciona, es
cierto, tampoco aligera pero pone espejos para asumir que aquello que
fuimos y lo que seremos seguirá ahí si no hacemos nada nuevo. Y se
hace fuerte en el ahora. Es ahora cuando siento, cuando me duele o
gozo, es ahora cuando recuerdo que una vez fui feliz porque fui. Y
también triste porque fui y no volví. La poesía no delega. Toma la
iniciativa, la palabra, sube al escenario y grita que el hoy siempre
funciona, que es lo único sólido que tenemos pero igual efímero.
Por eso no hay que dejarlo escapar. Antes de que sea tarde y se
convierta en un ayer difuso y sobrevalorado. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;"> </span></span>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQ0wfOGB330A-D4cclXrX2Qa4ILVy2BmhR5cLg1FvcEpJhyVSCkoYw_HJG3TWmxRSyRlFJ2TPO7zBDmoVIZ0Bs3Rt13h4HqcvKB4Nr4xethjpDEEYBKGamYCMvB6aPWPoR1kxkNxKmgFi/s1600/CIMG1043.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQ0wfOGB330A-D4cclXrX2Qa4ILVy2BmhR5cLg1FvcEpJhyVSCkoYw_HJG3TWmxRSyRlFJ2TPO7zBDmoVIZ0Bs3Rt13h4HqcvKB4Nr4xethjpDEEYBKGamYCMvB6aPWPoR1kxkNxKmgFi/s400/CIMG1043.JPG" width="300" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Primero,
poesía para saber de qué estamos hechos. Con qué herramientas
contamos. Qué hemos hecho con ellas hasta ahora. Qué podemos hacer.
Somos capaces de mucho más, seguro. Pero hay que saber quiénes
somos. Revisar cada poro, cada lágrima vertida, cada beso que nos
hemos dejado robar, cada puñetazo en la mesa que no terminamos de
dar. Eso somos. Todo eso. Lo hecho y lo no hecho. El haber y el debe.
Nada más que un amasijo de carne, dudas y amor. Pero si no lo
sabemos, si no hacemos inventario de dolores y sonrisas, seremos
nada. Una nada artificial y perfecta que sólo servirá para no
servir para nada. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Primero,
poesía como lenguaje. Como medio de comunicación. Preciso y rico,
al mismo tiempo. Porque la poesía no esquiva, no regatea. Mira a los
ojos. Nos enseña a preguntar sin saber la respuesta de antemano. Nos
obliga a dudar, a quedarnos unos segundos colgados de un verso sin
saber si al inicio de la linea siguiente habrá otro para no caernos.
Vivir sin red una vida sin trampas. Sin precauciones. El camino
recorrido me ha enseñado que las prevenciones no sirven. Que la
venda sin herida es una bandera inútil que asfixia. Que el temor
solo frena mis pasos y cambia el destino sin darme cuenta. La poesía
nos deja al borde de un acantilado infinito. Y darse la vuelta es
morir en cada paso retrocedido. Pisar decidido la tierra removida e
inestable y contestar sin miedo esas interrogantes a punto de
explotar. La vida como un campo minado de sonetos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Primero,
poesía para reaccionar. Para caminar y dar el primer paso. Solo así
evitaremos ser pisados. Así de sencillo. La poesía muestra
fotografías concretas, sentimientos concretos, instantes congelados
que aún respiran. Tan concreta que la poesía puede hablar de ti, de
mí o de nosotros. Nos despoja de nombres y apellidos y nos otorga
matices, detalles y esquinas. Y eso nos hace iguales. Iguales en la
fuerza, en la debilidad y en las ganas de hablar una misma voz. Justo
en ese momento seremos invencibles. No antes, pero sí entonces.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Primero, poesía. Después,
revolución. </span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: x-small;"><b>*Artículo publicado en el número de Noviembre del periódico <a href="http://bilbao.net/cs/Satellite?cid=3000018331&language=es&pagename=Bilbaonet%2FPage%2FBIO_listadoPublicaciones" target="_blank">Bilbao</a>. </b></span>
</div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-38341301706824185142013-10-01T21:44:00.000-07:002013-10-01T21:54:01.768-07:00Bajo tierra*<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
El vagón del metro está lleno. Sopor y sudor en una tarde de
verano. Señoras sentadas que se abrazan a sus bolsos, jóvenes
apoyados en las puertas cabeceando al ritmo que sale por sus
auriculares y un racimo de manos, de todos los colores, toma con
fuerza la barra vertical situada en el centro del vagón. Nadie se
mira. Infinitas órbitas que parecen no coincidir. Tan solo breves
cometas fugaces que no encuentran respuesta y mueren en el anuncio de
un restaurante chino.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Junto a las puertas, sin escapatoria, ella y yo. El vaivén del metro
nos hace tambalear, corregir la posición de nuestros pies sobre la
marcha para no caernos. Lo mismo pasa con nuestros labios. Torpe
baile de pasión recién estrenada. Pero nos aplicamos con ganas. Un
frenazo antes de tiempo, como un toque de atención de un tren
celoso, casi consigue separarnos. La barra queda lejos de nuestro
alcance y los dos únicos sitios libres son un horizonte imposible.
Noto que ella me abraza un poco más fuerte, abarcando toda mi
espalda, mientras su cuerpo, más pequeño que el mío, se inclina
levemente apoyándose en mi. Yo abro las piernas, busco asegurar el
centro de gravedad y me inclino, también suavemente, hacia ella.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
De repente, conseguimos un equilibrio perfecto sin necesidad de
agarrarnos a nada. Tan solo el uno con el otro. Con dos golpecitos en
la espalda requiere mi atención para besarme con una sonrisa que
sabe a victoria. Eso es un poco el amor. Sentirse seguro en plena
intemperie.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Vuelvo al metro. No hay tanta gente, el verano se ha tirado a las
vías hace unos días y hay sitio de sobra. Estoy solo. Me siento. Al
lado descansa un ejemplar de un periódico gratuito. Está arrugado y
manoseado. Lo rescato. Hojeo sus páginas con más lástima que
convicción. Es imposible pero me parece oler a viejo por entre sus
noticias. Hasta que llego a la última página del periódico. Es
algo parecido a una sección de contactos pero va un poco más allá.
Como si pudiéramos leer, sin esfuerzo, cada mensaje enviado en cada
botella y encontrado en la orilla de cada playa a lo largo de toda la
vida. </div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7thZm27LroGyEVzfAZ_c-9yVX11WTdVESnbrBkn2Gj-iiUnlCnSfD8x3hMrGpOT5DBe7mj8NsrCtdZb4F0IuSZUShpRRNYZoYcxivu8ns-1bEhd9KUluBwAWSmqnTQtitiIFy2J02vIIb/s1600/DSC_0212-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7thZm27LroGyEVzfAZ_c-9yVX11WTdVESnbrBkn2Gj-iiUnlCnSfD8x3hMrGpOT5DBe7mj8NsrCtdZb4F0IuSZUShpRRNYZoYcxivu8ns-1bEhd9KUluBwAWSmqnTQtitiIFy2J02vIIb/s320/DSC_0212-1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Esta sección me confirma que es mentira eso de que no se miran. No
les veo, pero se miran y lo recuerdan. Otra cosa es que no hablen o
no se acerquen. Pero mirar, miran y se fijan. Seguro que se fijan.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Hay mensajes tímidos. Dos líneas escasas para decir, por ejemplo,
que se fijó en ella por su manera de leer, de quedarse dormida o de
sonreír mientras escuchaba la radio. Otros se extienden para
imaginarse la vida al lado de alguien que han visto apenas unos
instantes. Tiempo más que suficiente para construir un sólido sueño
al que solo le falta el pequeño detalle de conocer, pasado un minuto
al menos, el receptor de los suspiros que estoy leyendo yo ahora. Y
luego están los angustiados. Aquellos que creen haber dejado pasar
un tren fundamental. El metafórico, no el físico. Que son los
importantes. Son los que aportan todo tipo de detalles del fugaz
instante. Hora, línea de metro, situación dentro del vagón, ropa
que lleva ella, rasgos de él. Se nota la presión y la ansiedad en
cada una de las palabras escritas. Incluso aparecen faltas de
ortografía.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
Mientras leo, voy colocando en mi vagón, vacío desde hace unas
estaciones, a algunos de esos personajes. Como Hércules Poirot en el
Orient Express, dibujo la escena del crimen e imagino las miradas
furtivas, la imaginación desbocada y la valentía sepultada en un
montón de excusas. El amor es un poco eso. Imaginar y sonreír con
lo imaginado.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
El metro se vuelve a llenar. Entran viajeros nuevos con prisas
viejas. La correspondencia con otras líneas y la cercanía de la
estación de autobuses tienen la culpa. Sigo sentado. A mi lado, de
pie, una chica coloca con cuidado su bicicleta. La cadena está
oxidada y le falta el freno de la rueda delantera. Probablemente la
lleve a arreglar. Resopla y se revuelve el flequillo en un gesto que
parece instintivo. Ya instalada y a punto de cerrarse las puertas
aparece de la nada el último pasajero de nuestro vagón. Atropellado
pero sin perder los papeles, pide perdón a la chica de la bicicleta
por su entrada. Ella quita importancia al asunto y comienza a hablar
con naturalidad, sin buscar nada. Pasan varias estaciones. Las
miradas se fijan y las preguntas se suceden. Yo llevo en la misma
página del libro unas cuatro o cinco paradas. Con más espacio, ella
acomoda mejor la bicicleta. Justo entre su cuerpo y el de él. El
hombre mira por encima del hombro de la chica y advierte que es su
parada. Con un gesto se lo hace saber y sonríe en forma de
despedida. Las puertas se abren, le mira una última vez y le da un
beso de esos que dura una eterna fracción de segundo. Sale sin
correr y sin mirar atrás. Ella no puede moverse. Cierra los labios y
abre los ojos.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
La voz femenina del metro anuncia mi parada. También la de ella.
Varada en su bicicleta, sale la última para no molestar al resto de
neuróticos pasajeros y porque le cuesta andar, caminar. Acoplo mis
pasos a los suyos para acompañarla, aunque sea en la distancia. La
verdad es que no sé si alguien más se ha dado cuenta. Subimos las
escaleras mecánicas mientras se nota el aliento frío de la calle.
No hay ansiedad ni angustia en su mirada. Tan solo sorpresa que, poco
a poco, se transforma en sincera y fugaz felicidad. El amor es un
poco eso. Aprovechar el beso de cada momento y ser sorprendido.</div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<h4>
<b>*Artículo publicado en el periódico municipal <a href="http://bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279130693009&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279129749599&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao</a> en su edición de octubre.</b></h4>
</div>
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-40108139513100889242013-08-04T07:00:00.001-07:002013-08-04T07:00:42.172-07:00Reflejos*
<div class="western" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: x-small;"><i>Para
Haizea</i></span></div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Miro
de reojo el espejo del baño. Ahí está. Un tipo recién duchado que
no tiene la mirada limpia. Algo esconde. Algo evita. Hace tiempo que
no le miro de frente. No me cae bien. Cada vez peor, de hecho. No se
atreve. Por eso decido irme. Lejos. No volver a verle. Seguro que
sigue quieto en ese recuadro de cristal empañado de lágrimas
condensadas. Si él no se va, me marcho yo. Si él no se atreve, me
atrevo yo. No puedo más. Seguro que hay otros espejos, otros ojos
que me miran, otros reflejos” </span></span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Leo
estas líneas en un cuaderno negro de pasta blanda. Las escribí hace
meses. Antes de irme. En realidad, escribí este párrafo en el
momento justo en que decidí que me iba. Y me fui. Decido. Viajo. Voy
lejos. Pasan cosas. Me pasan cosas porque quiero que me pasen cosas.
Parece fácil pero no lo ha sido.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Dice
el tópico que la mochila de los problemas viaja con uno, que no hay
posibilidad de huir, de dejar abandonado ese equipaje y que por mucho
que lo descuidemos, nunca se pierde en los aeropuertos. Es cierto.
Pero, a veces, el viaje es una manera de vaciar esa mochila. Sobre
todo si en vez de facturar la llevas como equipaje de mano. </span></span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Eso
es lo bueno que tiene tomar decisiones. Nadie, salvo yo, es
responsable de lo que me pasa a partir de lo que he decidido. Ni
siquiera el reflejo esquivo del baño. No sé si le pasa a más gente
pero cuando tomo una decisión más o menos importante siempre pienso
en las consecuencias negativas que puede conllevar. Es más, para mí,
la palabra consecuencia tiene un matiz negativo inevitable. Nunca
pienso que puede haber consecuencias positivas. Sin embargo, cuando
bajo del avión todo es posible. Todo. Incluso lo mejor. Todas las
puertas están abiertas. Todos los espejos están limpios. Todo son
nuevas miradas donde reflejarse. </span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOduHevvt5SECIs8ldfBYvlMKc1s2mu0_oFy1z4CHSnLX5RquA5_nfDEI477NZsEXD_a4ckt-W-FjIYgarL8LtDGPmhpttSVnAmFLP8pVWURF22UhHPdPkbUv5lpykYn3pBv3PcwvP9IQm/s1600/Reflejos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOduHevvt5SECIs8ldfBYvlMKc1s2mu0_oFy1z4CHSnLX5RquA5_nfDEI477NZsEXD_a4ckt-W-FjIYgarL8LtDGPmhpttSVnAmFLP8pVWURF22UhHPdPkbUv5lpykYn3pBv3PcwvP9IQm/s320/Reflejos.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;"> </span></span></span>
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;">Entonces
llego a un lugar que no es el mío. Soy extranjero, inmigrante o
peor, soy un turista. Estoy desubicado. No encajo. Pero, de repente,
eso deja de ser negativo. De defecto a virtud en cuestión de
segundos. Soy diferente, tengo algo que me distingue. Entonces sonrío
y me empeño en sacar esa cualidad que me diferencia para
compartirla. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Con
una naturalidad sorprendente, comienzo a cruzarme con miradas
reflejadas, con miradas que reflejan y con reflejos que me miran.
También con miradas que he visto en reflejos de ojos que ya he oído
llorar. Probablemente en el espejo de aquel lejano cuarto de baño
antes de empañarse. </span></span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Ahora
me toca decidir de nuevo. Recorrer el camino de cada mirada o pasar
de largo. Entrar o no molestar. Preguntar o quedarme con la duda. Una
decisión llama a otra. Ésta también parece fácil de contestar. Y
lo es. Reconocer miradas nuevas es un lujo que no puedo echar a
perder. Por muy lejos que esté.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Las
calles largas, casi infinitas, y el verano caluroso, casi derretido,
favorecen los paseos a ninguna parte. En un silencio, los dos, ella y
yo, dejamos caer la mirada a la ciudad. Entonces hablamos de
Montreal. No sabíamos explicar porqué nos sentíamos a gusto en un
lugar tan alejado de nuestro origen, porqué nos había caído tan
bien si no es la más bonita, la más honrada ni la más perfecta.
Volvimos al silencio. Sólo se me ocurrió tararear 'Thunder road' de
Bruce Springsteen cuando dice: “</span></span></span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;">You
aint a beauty, but you're alright and that's alright with me</span></span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">”.
Totalmente de acuerdo, dijo ella. Aquí las cosas son posibles,
supongo yo. Todo es posible. Incluso lo mejor. </span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://bilbao.net/cs/Satellite?cid=3000018331&language=es&pagename=Bilbaonet%2FPage%2FBIO_listadoPublicaciones" target="_blank"><span style="font-size: x-small;"><b><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-weight: normal;">* Artículo publicado en el número de agosto del periódico Bilbao. </span></span></b></span></a>
</div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-79879095052688616382013-07-19T13:21:00.000-07:002013-07-19T13:21:53.109-07:00'Road to Oz'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-fUWn2KjgSGihHCJPk3cwlTP2KlucyIQG4F4_GnErsfmkyZKeMCm5ZzECw-1-mJvKiBF4y80LIEXYRSW-UBN5TFQsJlPUA2PPLgHNe2h1FW6n9TyDAIaa6tcL5Lg9UDpR-SRUylgswn-Q/s1600/yellow+brick.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-fUWn2KjgSGihHCJPk3cwlTP2KlucyIQG4F4_GnErsfmkyZKeMCm5ZzECw-1-mJvKiBF4y80LIEXYRSW-UBN5TFQsJlPUA2PPLgHNe2h1FW6n9TyDAIaa6tcL5Lg9UDpR-SRUylgswn-Q/s400/yellow+brick.jpg" width="400" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-17028347722888564082013-07-02T12:55:00.000-07:002013-07-02T12:55:40.650-07:00Vademécum*
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Vivo
luego dudo. Dudo mucho. En realidad, dudo más de tres veces al día.
Dudo más que como. Hay días que me empacho de dudas. Otros no,
otros me sobra con una duda de las grandes. Día sí y día no, las
preguntas se acumulan en mi bandeja de cosas pendientes. La vida es
pregunta y respuesta y otra vez pregunta. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Si
necesito avanzar y responder busco ayuda en mi vademécum. Un
botiquín de urgencia que llevo siempre conmigo. Una especie de
librito concreto pero imaginario en el que guardo versos, alguna
cita, nombres, libros, autores, frases de amigos y espejos; algunos
cóncavos y otros convexos. Referencias que acumulo en el zurrón con
la confianza de que en momentos de tropiezo o duda me sirvan, al
menos, para no dejar de caminar. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Porque
todos tenemos dudas. Es conocida la anécdota que contaba Billy
Wilder a la menor ocasión. Cuando escribía un guión y llegaba a un
callejón sin salida, a una duda, automáticamente se preguntaba:
“¿Cómo lo haría Ernst Lubistch?”. Wilder también está en mi
botiquín, claro. Pero hay otra voces que se suman.</span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">El
mes pasado concedieron el Premio Príncipe de Asturias de las Letras
al escritor Antonio Muñoz Molina. Una buena noticia. Aquí no hay
duda. Una referencia de las buenas. Por su profundidad y sencillez.
No creo que necesitemos mucho más en este tiempo de desguace. Y no
es poco. Reflexionar con poso y sin eco no es fácil pero Muñoz
Molina lo ha conseguido.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB4O7oXHxl9ruZ1s3Ai2GvkZB-Qi4EedToqQ6A2lTcDBx6vyIiuqK-nUQAQNtDIweZPBR_fEil9e55QbNYwiakL07NM8lr0LcTI7lcDyc5N-LOKSaWeEXXeo-iRslERE7v2rHjBMl2kill/s702/principal-antonio-munoz-molina_grande.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB4O7oXHxl9ruZ1s3Ai2GvkZB-Qi4EedToqQ6A2lTcDBx6vyIiuqK-nUQAQNtDIweZPBR_fEil9e55QbNYwiakL07NM8lr0LcTI7lcDyc5N-LOKSaWeEXXeo-iRslERE7v2rHjBMl2kill/s320/principal-antonio-munoz-molina_grande.jpg" width="227" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de Ricardo Martín vía Alfaguara.com</td></tr>
</tbody></table>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">En
una entrevista concedida en febrero, el escritor hablaba de la
función de los intelectuales como referentes de la sociedad. Y
alertaba sobre esa condición y esa palabra: “No necesitamos
intelectuales iluminados”, decía. El autor de 'Plenilunio' ha
conseguido colocarse justo al lado del haz de luz de ese foco
peligroso. Utilizando, con permiso, su metáfora, podríamos decir
que Muñoz Molina es un intelectual apagado. Como lo era José Luis
Sampedro, por ejemplo. Pertenecen a ese grupo de intelectuales que no
se reconocen en esa condición, que parecen no decir nada importante
porque su tono no es chillón, maledicente o absoluto. Justo por eso,
la sociedad les reconoce como referentes, porque no están subidos en
ningún estrado o columna como San Simón. Se les puede mirar a los
ojos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Otro
valor es que se cuestionan. Tienen dudas. Y esos son los mejores. Los
intelectuales que dudan. Son aquellos que no se fían, que no dan por
hecho, que no suponen, que no se quedan colgados en el signo de
interrogación esperando una respuesta, la buscan sin esperar una
solución determinada. Y esos son las valiosos. Porque no se paran,
porque continúan, porque se preguntan y se revisan.</span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Porque
si hay algo más importante que tener referencias, es revisarlas.
Tener en cuenta que aquellas miguitas que guardamos para marcar el
camino no son las únicas o pueden perder valor es otra referencia en
sí misma. No es fácil hacerlo. Pero necesario. Siempre.</span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">A
mí también me ha tocado revisión de referencias. Estoy en ello. Y
tengo la fría sensación de que se me agotan, de que lo que me valía
hace unos años ahora no me vale. Ese vértigo, dulce a veces, de la
reinvención constante no deja de aparecer. Y más ahora. Cuando mi
brújula marca otro Norte, cuando mis palabras pierden peso y cuando
mi futuro está revuelto y suspendido como la arena que baila en el
fondo del mar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">Sin
duda, Antonio Muñoz Molina es una buena miga que incluir en mi
zurrón. Es una baliza que como aquellas que flotan en el agua, nunca
está en el mismo sitio, no se resiste al movimiento de la marea, lo
observa y trata de comprender su ritmo. Una y otra vez. Porque sabe
que nada permanece. Nada está quieto. Ni siquiera las balizas. </span></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;">*Artículo publicado en el periódico <a href="http://bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279129206667&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279128494038&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao</a> en su edición de julio 2013. </span>
</div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-76350561437532786202013-06-20T11:05:00.000-07:002013-06-20T11:05:39.424-07:00'Concrete'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2aXvM1Uue1nqgo8peJ8KErWTWOisOW8MCCUH-Fr8mYhoH5v4YXeJU6WvnRoKUpoIpRiA_s1o9wOEm-ea2d2a2ehEQt-zeI63T4ffXciYD1pWGISl9UBk0iAPz1DlfLozUwtoykCAeGuyU/s1600/DSC_0119-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2aXvM1Uue1nqgo8peJ8KErWTWOisOW8MCCUH-Fr8mYhoH5v4YXeJU6WvnRoKUpoIpRiA_s1o9wOEm-ea2d2a2ehEQt-zeI63T4ffXciYD1pWGISl9UBk0iAPz1DlfLozUwtoykCAeGuyU/s640/DSC_0119-1.jpg" width="372" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-88133352116928991232013-06-02T08:11:00.001-07:002013-06-02T09:55:04.989-07:00Westmount*<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Para Beatriz</i></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Es una
casa que no llama la atención. Tiene un pequeño porche rodeado por
una barandilla de madera blanca. La fachada es de ladrillo rojo
oscuro y las molduras de las ventanas son también blancas. Todo está
en silencio. No hay nadie pero las sillas en el césped y el coche
aparcado justo delante del garaje indican que la casa tiene vida.
Solo falta una luz encendida de una de las habitaciones para
convertir la escena en un cuadro de Hopper.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Me quedo
quieto en la acera. La tarde cae. Como en un museo me quedo mirando
el cuadro y hago trabajar la imaginación. Intento rejuvenecer la
escena. Busco a un niño que descubre sus primeros juegos en ese
césped. Y que luego se puso a escribir. Y más tarde decidió cantar
sus poemas. Busco a Leonard Cohen. Pero no está, claro. Estuvo. Su
biografía dice que hace ya algunos años, el cantautor canadiense
dio sus primeros pasos en ese barrio tranquilo, sin pretensiones y
casi idílico de Westmount.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
No hay
rastro de él ni de su vida pasada en esa casa. Ni placas ni
recordatorios. Nada. Tan solo mis ganas de creer que esa casa fue la
casa de Leonard Cohen. Y, ¿si no fuera ése el hogar natal del
artista?. Sigo quieto en la acera y sonrío con esa idea en la
cabeza. Sería absurdo que yo estuviera inmóvil frente a una casa
que seguro acogió una infancia feliz de cualquier otro ciudadano
canadiense de provecho. Pero no sería Leonard. Tampoco niego que
siendo verdad que Cohen creció delante de mí hace más de setenta
años, la escena no sea igual de absurda.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero
supongo que es la necesidad, un poco mitómana, lo confieso, de
indagar en la vida de alguien que ha indagado en la mía. Alguien que
ha dado respuestas a algunas de mis preguntas o que ha pronunciado,
de una forma más certera, esas cuestiones que siempre me han rondado
el alma. Necesidad de dar cuerpo al alma de sus canciones, intuyo.
Deshacer el camino de baldosas amarillas, sospecho.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGW7hAwrzs-6P-FasMZimrlcgwGMrfTevgYER2FBThCufiyWC8ErZ2lP2nXcysSeF5Y39nwJPKlITHJWdyP8HNcIA_CTXjBpiltrZrlSf3Px3uwyTSOL8sDdVC9pUtbrZsxau2CpIBCsAM/s1600/CIMG0892.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGW7hAwrzs-6P-FasMZimrlcgwGMrfTevgYER2FBThCufiyWC8ErZ2lP2nXcysSeF5Y39nwJPKlITHJWdyP8HNcIA_CTXjBpiltrZrlSf3Px3uwyTSOL8sDdVC9pUtbrZsxau2CpIBCsAM/s320/CIMG0892.JPG" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Me dicen
que la mayoría de los habitantes de Westmount en la actualidad, y
puede también que de Montreal, se aventuran, desconocen este dato de
la biografía de Cohen. Que tan solo los turistas aficionados a su
música se acercan, de a poco, por Belmont Avenue. Yo, ahora, vivo a
escasos quinientos metros de esa calle. Era inevitable acercarme.
Mis discos rayados de Cohen no me lo hubieran perdonado nunca.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Westmount
es una pequeña ciudad dentro del centro de Montreal. Se trata de uno de los núcleos
anglófonos más importantes de la capital, principalmente francófona.
Esa mezcla de idiomas, de puntos de vista, de personalidades se nota
en cada paso que doy por la ciudad. Desde la más superficial del
lenguaje y del patrimonio, a otras actitudes más sutiles como su
comportamiento cívico, por ejemplo.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Supongo
que eso se nota también en Leonard Cohen. Es un cantautor
norteamericano pero encaja perfectamente en la tradición del
<i>chansonnier</i> francés. Sus canciones están llenas de
referencias americanas pero siempre sobresale un matiz de lirismo y
amargura e incluso de intensidad más típico de autores europeos.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Puede que
esté influido por estas calles, por esta mezcla de acentos que aún
me confunde, por un mapa del que desconocía referencia alguna. Puede
ser. Pero, sin duda, para mí, es un Nuevo Mundo en el que encuentro
nuevas explicaciones a viejas preguntas.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Vuelvo
sobre mis pasos, camino de mi casa. A la tarde le queda un último
brillo. Una luz más que suficiente para iluminar una larga calle en
cuesta que bajo con la atención del turista despistado. Y pienso,
con otra sonrisa dibujada en la cara, que Leonard y yo tenemos algo
en común. No es la poesía, no es la música, tampoco el talento, ni
mucho menos la experiencia. El viejo trovador y yo compartimos
primeros recuerdos.
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Cuando él
comenzó a abrir los ojos al mundo en este rincón, vio lo mismo que
yo he visto por primera vez de esta esquina del mapa. Es otra idea
absurda, lo sé. Pero a mi me hace sentir bien. De alguna manera yo
también he nacido en Westmount. </div>
<h4 align="JUSTIFY" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<b>*Artículo publicado en el número del mes de junio del periódico <a href="http://bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279124322734&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279127595458&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao.</a> </b></h4>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-37346817806656330222013-05-02T00:46:00.000-07:002013-05-02T00:46:11.718-07:00Por otra cabeza*<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me gusta ese bar. Es un bar de
pueblo. De esos multiusos. A la mañana cafetería para los madrugadores, a
mediodía taberna para la ronda de vinos de los parroquianos, a la tarde
agradable <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pub</i> y a la noche, a veces,
discoteca para los jóvenes rezagados que se iban a quedar en casa sin salir. </div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esa tarde, desde mi
mesa-escritorio del fondo, el bar rumoreaba con voz de niño y de jugador airado
de cartas. La música llenaba huecos sin brillantez pero con oficio y la
camarera con la sonrisa más bonita que he visto a ese lado de la barra me ponía
otro café.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo seguía sumergido en mis
papeles, en mis notas confusas mientras el bar bullía con más o menos volumen.
No siempre me pasa pero de vez en cuando necesito salir del vacío de mi cuarto,
de mi ordenador y su silencio para notar que fuera de esa tranquilidad hay
gente que vive y hace ruido. Quizás sea por contraste pero la concentración
llega a mis oídos con más rapidez y profundidad. Y cuando quiero despertar de
esa burbuja no tengo más que levantar la mirada y observar ese universo de
relaciones y gestos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ya llevaba un rato en el bar, en
mi esquina, escribiendo y leyendo, cuando mis oídos, ya acostumbrados al runrún
de la clientela, notaron una soledad extraña. Levanté la cabeza y noté un
silencio aislado, una especie de sima muda entre dos ruidos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las dos parejas que jugaban a las
cartas seguían haciéndolo pero con una cadencia casi oriental, los niños
juguetones habían salido animados por una tregua concedida por la lluvia y la
camarera dejó la trinchera de la barra para acercarse a las mesas y recoger los
vasos. Un trapo húmedo y una sonrisa limpia como únicos utensilios para su
faena. Suficientes, pensé yo. Más que suficientes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgElG-hfMhuol5s9WNkoqmQ875cDOEVYi_IH2hATTsHl_Utw-kWT06k0s7WdJ69YD-_-vQlgvW-Zx8Q4OIhkKBLPN-l43AfkRXJ15ermUbUvbhkR2uJ8fpCWIWF_PZn-SOlq1uc2WM4mFav/s1600/porotracabeza.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgElG-hfMhuol5s9WNkoqmQ875cDOEVYi_IH2hATTsHl_Utw-kWT06k0s7WdJ69YD-_-vQlgvW-Zx8Q4OIhkKBLPN-l43AfkRXJ15ermUbUvbhkR2uJ8fpCWIWF_PZn-SOlq1uc2WM4mFav/s320/porotracabeza.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como si la escena necesitara una
banda sonora para amortiguar esa nada suspendida, comencé a escuchar unos
violines, una suave y sugerente introducción de cuerdas que al principio pensé
soñada. “Ya estamos otra vez, Jöel”, me dije. Pero no, la música salía de los
bafles del bar, no de mi imaginación. Una versión instrumental del tango de
Carlos Gardel 'Por una cabeza' terminaba por redondear un momento imaginado
alguna vez en mi propia cabeza pero real esta vez, lo prometo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dejé el bolígrafo, consciente del
instante, y disfruté de ese efímero espectáculo intentando aprehender cada
detalle, cada matiz. Viendo balancearse a la camarera por entre las mesas me
acordé de Al Pacino y de aquella escena en la que él, un militar ciego, saca a
bailar a una preciosa joven al ritmo de este mismo tango. Un momento de total
comunicación donde Pacino sabe qué hacer en cada momento para convertir un
tango en una sugerente conversación íntima.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recuerdo que pensé: “Me
encantaría ser Al Pacino en aquella película. Me encantaría tener las palabras
justas y el traje impecable para que la camarera dejara el trapo y cogiera mi
mano mientras yo le abrazo la cintura”. Pero ni yo soy Al Pacino, ni llevaba
traje ni sé bailar el tango. Y para qué estropear esta escena donada por la
vida con torpes pasos y palabras entrecortadas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Supe que ella misma había
programado esa canción cuando escuché su tímido silabeo al acercarse a mi mesa
a recoger mi penúltimo café. Pasó el trapo y dejó su sonrisa. Y yo pensando en
Pacino. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero ese momento como vino se
fue. El tango cesó languidamente, la camarera regresó a su trinchera, el bar se
volvió a llenar de niños ruidosos y padres superados y los jugadores de cartas
se enfadaron de nuevo por una cuenta mal hecha. Como siempre.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dice Francisco Javier Irazoki que
la poesía está por todas partes y que no siempre escribir esos destellos los
mejora. Tiene razón. A la vista está. Pero esa tarde pasó algo demasiado bonito
como para no contarlo, aunque sea de manera torpe y entrecortada como mis pasos
de baile.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: x-small;"><b>* Artículo publicado en el número de Mayo del periódico municipal <a href="http://www.bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279124322734&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279127415528&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao </a></b></span></span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-10661360065909674372013-03-01T01:01:00.000-08:002013-10-03T20:42:04.090-07:00El regalo<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me encanta regalar. Es un placer
dar sin viaje de vuelta. Regalar tiempo, gestos, besos e incluso objetos o
libros a personas cercanas, queridas. Y todo porque no saben que el regalo me
lo hacen a mí. No saben que me están regalando una aventura. Un viaje. Una ruta
hacia ellos mismos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Regalar para mí es, precisamente
eso. Buscar, bucear y encontrar. Es también riesgo y mimo. Curiosidad de niño. Fallar
tal vez. Acertar las más de las veces. Diversión siempre.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cocinar, por ejemplo. Es un
regalo de tiempo infinito que huele a cristales con vaho toda una mañana de
invierno. Ofrecer una comida es algo muy especial. Empieza por elegir el menú.
Buscar ingredientes, recetas, sabores que encajen en los invitados, en sus
gustos, en el carácter de cada cual. Después toca hacer la compra. He de
confesar que aquí me pierdo. Como un expedicionario por la ruta de la seda voy
buscando esos componentes que harán un todo que será, al mismo tiempo, parte suya
y mía. La frutería es mi oasis. Suena raro pero me divierto tanto comprando
fruta y verdura. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tras el viaje toca volver a la
cocina. Un lugar donde el tiempo pasa lento, a fuego lento. Entonces comienza
el precioso proceso de trocear, partir, cortar, dorar, hervir, esperar,
calentar, oler, probar, beber un sorbo de vino para continuar y sonreír,
mientras todo esto ocurre, porque ella adora el chocolate, él sucumbe ante un
buen puré de patatas y ellos ya están tocando el timbre de la puerta para que
les abra.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279124322734&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279125602344&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank"><img border="0" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwb2tFMMsx4n901-d35fxW_LLtbcPAv_0u0471UMgexj8BJaS9cQMPIn9m33q7lkLOI437l_37HtNhu9U8c0hNMnpT_TlM_O22MAhx0Lw_vtmrPTeOSuQV_zk61J8Z-Fx2-VrAoUEjJfUO/s320/Elregalo.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
También se pueden regalar besos.
Sí, de verdad. Parece que en vez de regalar los robas pero no. Que no os
engañen. Dar besos de esos que están sin estrenar es un regalo de los buenos. O
sonrisas si la intimidad no os llega para un beso. Yo lo he hecho y funciona.
Una vez, en el metro. Vagón de bostezos y rutinas, caras opacas. El exterior se
difumina y busco un lugar donde encallar mis ojos legañosos. De frente veo a
una joven. El ritmo del vagón mece su cuerpo y bailotea en un divertido
duermevela. Un frenazo le despierta y descubre mi mirada curiosa. Le doy una
sonrisa. Me la devuelve renovada. Y amanece de nuevo al salir del túnel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay otro jardín que me gusta
frecuentar a riesgo de perderme y fracasar. Y es regalar poesía. Es otro placer
que me permite rebuscar en los rincones de las librerías, porque la poesía
siempre vive en rincones, y traducir en versos ya escritos esa mirada, ese
carácter o esa sonrisa. Y descubrir, contento, que ese libro casi escondido, ha
nacido para ser regalado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los versos son calles poco
transitadas, es cierto, pero no por ello son menos transitables que las largas
avenidas de las frases. Y averiguar, casi adivinar, qué poeta, qué poemas, con
qué versos acertar no es tarea fácil. Si no pasea por esas calles, por dónde
empezar. Y si pasea habitualmente, cómo sorprender. Siempre hay calles seguras
por las que casi nadie resbala. Pero regalar poesía es saltar a un vacío un
tanto incierto. Intuyo el otro lado pero no acabo de verlo con nitidez. Y es
sencillo caer. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero, ¿Y si acierto?, ¿Y
si doy con el mapa perfecto?, ¿Y si descubro calles nuevas por las que pasear
juntos?. Siempre queda la opción de la corbata o el perfume, claro. Regalos
convertidos en excusas baratas para no ir más allá de la mirada propia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero pocos filos tan atractivos
como el de buscar en mirada ajena. Pocas empresas tan arriesgadas como la de
bucear en dos pupilas nuevas. Pocas sensaciones tan gozosas como la de haber
encontrado dos perlas. </div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-59421521674198739992013-02-05T07:32:00.001-08:002013-02-05T07:32:46.223-08:00Ojos pintados*<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me gusta pensar que, al nacer, el
iris de mis ojos no tenía color. Un lienzo en blanco que solo se tiñe de
matices a medida que el mundo se extiende delante de mí. En función de las
cosas en que me fijo a lo largo de mi camino, de aquellas que me han
sorprendido o que me conmueven, esas dos curiosas mirillas tienen una tonalidad
determinada y caprichosa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tenía trece años cuando mis
pupilas, aún deslavadas y blancuzcas, recibieron un primer brochazo de color.
Apenas sabía lo que significa ir a un museo cuando mis padres me llevaron, en
verano, al Teatro Dalí de Figueres. “Un sitio más que visitar antes de ir a la
playa”, pensé. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mis ojos no sólo cogieron color
sino que adquirieron profundidad. Cada grabado, fresco, pintura o instalación
era un reto para mi inhóspita cabeza y mis pálidos ojos. En minutos debía
procesar colores, caras, perspectivas y archivarlo todo para poder pasar al
siguiente reto. Lo recuerdo bien. Estaba aturdido y emocionado. Mi corazón se
aceleraba.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A cada paso una aventura
nueva. Sentado en un escalón cerca del patio que organiza el espacio, cerré los
ojos y, mareado, esperé a que mis padres me encontraran mientras los nuevos
colores, trucos y dimensiones se asentaban en mi cabeza y cromaban mis pupilas
de un intenso azul surrealista.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9lXPYC2h0jjxyinJW6HwxMEc-rFF_anMj1_HAh9gYiuggjuyT29v7l93oAygtsxpD9enQBNsVW-EUtdXgb0yg3qwCB6On6p7zApgIKlziV6wjWaybY62BcSSY_Ez8TfHty-UKhwoJiDLm/s1600/ojos.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9lXPYC2h0jjxyinJW6HwxMEc-rFF_anMj1_HAh9gYiuggjuyT29v7l93oAygtsxpD9enQBNsVW-EUtdXgb0yg3qwCB6On6p7zApgIKlziV6wjWaybY62BcSSY_Ez8TfHty-UKhwoJiDLm/s400/ojos.JPG" width="225" /></a>Me enamoré por primera vez a los
16 años. El corazón latía con fuerza, desbocado y hablaba por mí. No callaba. Era
mi portavoz imprudente. El viaje de estudios a Amsterdam terminó por estallarlo
todo en cientos de colores más. El culpable fue Van Gogh. Sus pinceladas
intensas, rabiosas; cada una como si fuera la última, se convirtieron en
palabras de un idioma que sólo entonces creí entender. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esquivando a mis aburridos
compañeros, a excepción de algún que otro náufrago que comprendía, como yo, el
mismo lenguaje que el loco del pelo rojo, aprehendí su pasión y su tensión, su
necesidad enfermiza de pintar. Ahora como entonces no queda más remedio que,
como él, afrontar cada bastidor sin hacer prisioneros; como si fuera el último.
Desnudos y sinceros. Los dos. Pintor y espectador. En el largo viaje de regreso
en autobús, mis ojos, cerrados y cansados, revoloteaban en sus cuencas llenos,
esta vez, de un eterno verde insolente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Varios amores eternos después y
con las pupilas hambrientas de otros colores, otros brillos, miré hacia atrás y
busqué entre las sombras. En la intimidad de un cuarto oscuro descubrí el
blanco y negro. La química mágica del papel mojado. La fotografía. Y con ella,
la importancia del enfoque, de las formas, de la sugerencia. La riqueza del
matiz, del susurro, del detalle. De mostrar sin enseñar. De ocultar para ver.
De inventar para sentir la realidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entonces apareció Doisneau para
enseñarme imágenes de besos, adoquines y ciudades que de tan pasadas, casi
olvidadas, continúan respirando y llenando de vaho el cristal que las cubre.
Buscar el corazón en cada piedra, la sonrisa en cada monigote de tiza o la
lágrima en un juguete infantil. Búsquedas que mis ojos llevan a cabo por
inercia apasionada. La paciencia y la sensibilidad convertidas en instantáneas.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Consiguió positivar los colores
saturados y aportar a mis pupilas enardecidas antiguos matices de un gris
melancolía.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El camino sigue y los reflejos no
terminan. El color del iris nunca deja de matizarse, de enriquecerse, de cambiar.
Como nunca va a volver al blanco inicial, a la casilla de salida. Así que cada
nuevo color, nuevo trazo y cada nueva emoción tendrá que buscar acomodo entre
los pigmentos anteriores. Mi afán, entonces, no es otro que buscar nuevos
colores antes de que mis ojos se fundan en negro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Artículo publicado en el periódico municipal <a href="https://www.bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279124322734&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279125103769&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao</a></b></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-79623446332377634572013-01-12T03:24:00.000-08:002013-01-12T06:12:43.431-08:00Cross Road<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzOB_Kf7jzTfoumke46ByzRtBoObSqV6zPj5yTTleiK1J1IoV-7Lwkk2nhCAeltSebJ9996tsBjqPVjFW48xYO5dsoh5ETti3sKvLtsUnPZUIX2EZmPpO_4qFPW3tdLa592AYjmAHYaOa1/s400/equis.JPG" width="400" /> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;"><b>Para Beatriz y Javier</b></span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-38479781918181719242013-01-07T12:58:00.000-08:002013-01-07T12:58:44.565-08:00Mancha<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL1oGAuy3QyqQsZBbs00Cnx7GZvmtkFwyfhv6Vc3vP9129xj4qD0xfPzbocC72AU_UX8DhMxnPdnq_6nek3sVF1QnhSG6n6izqWqnqlX0-g2xHkiibLLbPFdqwTrMU-giSLTCcxwYRUKGX/s1600/Mancha.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL1oGAuy3QyqQsZBbs00Cnx7GZvmtkFwyfhv6Vc3vP9129xj4qD0xfPzbocC72AU_UX8DhMxnPdnq_6nek3sVF1QnhSG6n6izqWqnqlX0-g2xHkiibLLbPFdqwTrMU-giSLTCcxwYRUKGX/s400/Mancha.JPG" width="225" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-5225843692806229612013-01-03T14:11:00.000-08:002013-01-03T14:12:12.348-08:00Entrañas*<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">“Todavía escucho el viento;
todavía estoy despierto” <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Coque Malla</b></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Estoy desnudo. Sin recursos. Solo. A mi alrededor se
rumia el desguace. La calle se levanta, las fachadas se desconchan y el cielo
se rompe si lo toco. Las luces tiemblan a punto de apagarse para siempre y
nadie parece ver la salida. El silencio se ha cubierto de un murmullo
acostumbrado. Tiendas que sólo venden escombros usados, antiguas máquinas sin
estrenar, ropa que un día me perteneció. Casas de cartón con las esquinas mojadas
y bancos convertidos en apartamentos de lujo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Pero esto no fue siempre así. Recuerdo que una vez tuve
un traje nuevo y sonreía. Todo iba bien. La gente salía a la calle con sus
trajes más o menos nuevos. No era fácil sonreír pero se esforzaban. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Un día le pidieron a un hombre, cerca de mí, que se
quitara la chaqueta, que lo hacían por su bien; por su comodidad. Él, obediente
y dispuesto, lo hizo. Más tarde, vi cómo una mujer hacía lo mismo delante dos
hombres bien vestidos; con todas sus prendas.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Sentado en un banco me fijé que uno de esos dos hombres se acercaba a
mí. Esto ocurrió no hace mucho tiempo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhhbQVD1daIEy_RVw62hRuWuZ74W_P4x_aziM6AO4wloP7E8L-ThaMbGOibgeFtzqG73JqM4hvQKBnUJrADQ_w2crP-E1RoP0yi2m-86z13XJdu3U7IxEbpQU9QatA3fZwA_WsSsgLG-7z/s1600/Entra%C3%B1as.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhhbQVD1daIEy_RVw62hRuWuZ74W_P4x_aziM6AO4wloP7E8L-ThaMbGOibgeFtzqG73JqM4hvQKBnUJrADQ_w2crP-E1RoP0yi2m-86z13XJdu3U7IxEbpQU9QatA3fZwA_WsSsgLG-7z/s400/Entra%C3%B1as.JPG" width="225" /></a><span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Me acaban de quitar mi última prenda. Una camisa hecha
jirones. Quiero recordar que era blanca antes pero reconozco que ya no lo
parece. Quieto, sin mover ni un músculo todavía siento el viento. Y pienso que
puede que sea tarde. Pero ya no puedo más. No me van a quitar nada más. No me
van a quitar las entrañas. Lo que tengo dentro. Lo que alimento con cada
palabra leída, con cada sonrisa atrapada al vuelo, con cada milagro que
acaricia las ventanas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Aquellos que aún conservan el traje inmaculado están
convencidos de que, tarde o temprano, como han conseguido el resto, se harán
también con mis entrañas. Pero no, se equivocan. Nunca han errado tanto. Eso no
se toca. Me ha costado tanto convertir llantos, risas, fatigas acumuladas y
caminos equivocados en estas riendas que ahora sujeto que ya no se las voy a
dar a nadie. No están en venta. Ya no.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Pueden venir a la casa que nunca compré, a buscarme al
trabajo que ya no tengo o interrogar al amor que perdí. Todo su empeño será
inútil. También a ellos se les ha hecho tarde. Ahora me encontrarán enfrente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Cuando aún me quedaba alguna prenda raída cometí la
estupidez de creer que el error era yo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Que la culpa era mía. Pero se acabó. No van a hacerme dudar más. El
camino se ha vuelto embarrado, tortuoso, difícil de transitar pero es el camino
que un día decidí tomar. A punto estuve, también, de creer que la suya era la
única carretera disponible. Pero mi itinerario no viene en el mapa. Y eso es lo
mejor de todo. Ellos no saben por dónde voy. Yo sí. Ya sé, al menos, hacia
dónde me dirijo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;">Ya sé quiénes son. Quiénes se planchan el traje a diario.
Aquellos que se ríen pero se olvidaron de sonreír. Mediocres que creyeron en el
atajo. Sombras ridículas proyectadas en ruinas. Constructores de castillos en
el aire. Paseantes con zancada marcial.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Ninguno de aquellos me va a decir qué amar. No se van a atrever a
indicarme con el dedo qué mirar, qué admirar o qué querer. Quién puede
acompañarme o quién no. Si necesito la soledad o si anhelo la búsqueda. No son
nadie para recortar mis laberintos. No van a guiar mis pasos. Yo decido el
desfiladero al que arrojarme. Sigo desnudo y solo. Sin recursos pero con las
riendas bien sujetas. Y en el siguiente cruce espero encontrarte.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: 13.0pt;"><b>* Artículo publicado en el número de enero de 2013 del periódico <a href="http://www.bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279124322734&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279124323419&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">Bilbao</a>. </b></span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-33578419449691455272012-12-20T11:09:00.000-08:002012-12-20T11:09:11.556-08:00Felicidades!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TSCoA31BKVivB1hADEkBxEsnoxd8UbfbkRZxwlVWnqDBwdQL7rzUciVnQYIglNixSKHzedDxOyi2kVeaRw7ubsY7hij0UNkA3wcz6yH6jEpQ7J6c1I-BTWfIJuEO5KzyYw5Ivi2qKVi3/s1600/Os_necesito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TSCoA31BKVivB1hADEkBxEsnoxd8UbfbkRZxwlVWnqDBwdQL7rzUciVnQYIglNixSKHzedDxOyi2kVeaRw7ubsY7hij0UNkA3wcz6yH6jEpQ7J6c1I-BTWfIJuEO5KzyYw5Ivi2qKVi3/s640/Os_necesito.jpg" width="452" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-24177455031179185622012-12-07T07:37:00.000-08:002012-12-07T07:37:24.588-08:00CRISIS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpN6eHKF6cLMXVvRgIO5P1wonOHM4iXU5z7q1WuWEImbwgpoa7Z_iEe4P4Hi8ZKiDvMWeWiuXk3xRmQYFTl9lrgtuabB2yMArWKRui3FY_04K-p1WOKh2MwXQI2g9oVDfV9EBptnxC96n1/s1600/crisis.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpN6eHKF6cLMXVvRgIO5P1wonOHM4iXU5z7q1WuWEImbwgpoa7Z_iEe4P4Hi8ZKiDvMWeWiuXk3xRmQYFTl9lrgtuabB2yMArWKRui3FY_04K-p1WOKh2MwXQI2g9oVDfV9EBptnxC96n1/s400/crisis.JPG" width="400" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-32067620285847964302012-12-04T01:35:00.000-08:002012-12-04T01:37:00.720-08:00'LOW COST'<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dice una amiga mía que el amor
está sobrevalorado. Que se destina mucho esfuerzo a explicar, comprender y
cuidar un sentimiento que, a su juicio, es como otro cualquiera. Dice que la
amistad es una pieza igual de fundamental para las personas pero no se le
dedica tanto tiempo, líneas, canciones y películas como al amor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me resisto a reconocer que siglos
y siglos de reflexión, emoción y belleza acerca del amor, nazcan de un simple
estudio de mercado. Sin embargo, no niego que se produce, a veces, una
saturación del uso de la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>palabra que lo
único que consigue es vaciarla de contenido. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dentro de mi conciencia un tanto
romántica y propensa a creer que todo el mundo está dispuesto a amar como si no
hubiera un mañana, me resulta difícil pensar, no obstante, que el amor tiene
varias lecturas, varias formas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por ejemplo, me resulta difícil
aceptar que dos personas se conformen con quererse, sí, pero poco. Y no hablo
de un deterioro progresivo de antiguos y verdes laureles. Algo que todos, en
mayor o menor medida, hemos vivido, alentado o sufrido en nuestras vidas. No,
es otra cosa. Hablo de una relación que nace ya con techo. Una relación de baja
intensidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es decir, dos personas se
conocen, conectan y, aquí viene lo mejor,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>ven en los ojos del otro la misma<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>intensidad que en su propia mirada. Una correspondencia de mínimos, con
un amor necesario, suficiente, de mantenimiento. Un amor de bajo coste.
Construyen, entonces, una relación 'Low cost'.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqMxarYfMnsEZx8mZcJxf2r2Dv5UPkT6Nqy0yQl_9diGGzo4LxQ-YgjcsKX5RyanYNjZDK69UlSEWE8Bx3Oq6Y708Ziefl1HdwEhEev9d8NDSHtJWqCFZ2BnH6_TDzweEGqRGeGTfuhmtH/s1600/LOWCOST.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqMxarYfMnsEZx8mZcJxf2r2Dv5UPkT6Nqy0yQl_9diGGzo4LxQ-YgjcsKX5RyanYNjZDK69UlSEWE8Bx3Oq6Y708Ziefl1HdwEhEev9d8NDSHtJWqCFZ2BnH6_TDzweEGqRGeGTfuhmtH/s320/LOWCOST.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como esas compañías aéreas que
ofertan vuelos muy baratos. El servicio que prestan está acorde con el precio
de sus tarifas. La atención es cordial pero no efusiva; los asientos son
cómodos pero tienen el espacio limitado; está permitido llevar equipaje pero
con unas medidas concretas y los trámites corren a cargo del pasajero, nunca de
la compañía. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cualquier servicio añadido,
además, supone un aumento del precio final del billete.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si quieres más atención, más dinero; si
quieres llevar más maletas, más dinero; si quieres agilizar trámites, más
dinero. Más facturas que pagar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En este tipo de relaciones ocurre
algo parecido. El respeto domina la relación pero no hay efusividad, emoción,
ganas de investigar más allá de la frase: “¿Qué has hecho hoy, cariño?”. Cada
uno tiene su espacio, incluso hay zona común, pero rara vez comparten sus
parcelas y nunca sueñan con ampliar esa zona compartida. No lo necesitan. Así
están bien.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es obvio que ambos llegan a la
relación con equipaje. Historias pasadas, puentes quemados. Pero siempre con la
medida justa para que no suponga un esfuerzo desmesurado de la otra
persona.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ambos están dispuestos a
pagar esa factura. Nunca más. Lo justo para que el avión no se caiga en pleno
vuelo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es difícil mantener el amor a
raya. Puede que hable, de nuevo, mi fe en un amor sin medida pero, ¿quién no ha
pagado un suplemento en el precio de ese tipo de pasajes de avión?. Por mucho
amor acordado que exista, un día la nostalgia requiere nuevas maletas que
llenan el compartimento, el tiempo exige más atención y la curiosidad pide la
ampliación de la zona común. Las dos miradas que antes se reconocían, ahora
brillan diferente. Y la factura engorda. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay quien está dispuesto a pagar
los suplementos con más amor o, dicho de otro modo, con otro amor. Pero también
existe quien no quiere dejar un céntimo más en lo que considera un precio justo
por el trayecto a realizar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Llega,
entonces, ese momento en el que la única salida es cambiar de compañía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"><b>Artículo publicado en el suplemento Pérgola del último número del periódico <a href="http://www.bilbao.net/cs/Satellite?anioId=1279121941587&c=BIO_Publicacion_FP&cid=1279123752442&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Publicacion_FP%2FBIO_GrupoPublicacion" target="_blank">'BILBAO'</a></b> </span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-37903569267269685432012-11-26T00:27:00.000-08:002012-11-26T00:27:40.175-08:00Rain was here<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB-ygTGXqKgRl0rGUvnVtN2iXHXlqZM6cRiB805fPZT7QRin9kgft-cz-ieobxy2xMqeoWICdMJ4HX9J3wBze3J2-IVUlCSx7kv9MjVBjqmnUCsNmy4KozMiHeFy9KXSOSPBuP_k83hEKf/s1600/huellas.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB-ygTGXqKgRl0rGUvnVtN2iXHXlqZM6cRiB805fPZT7QRin9kgft-cz-ieobxy2xMqeoWICdMJ4HX9J3wBze3J2-IVUlCSx7kv9MjVBjqmnUCsNmy4KozMiHeFy9KXSOSPBuP_k83hEKf/s400/huellas.JPG" width="400" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-79725119849325959922012-11-08T03:37:00.000-08:002012-11-08T03:37:43.572-08:00Enseguida vuelvo*<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBb-CfTHWeew6vrgcgPKEJ1tXI9dGhjWbwUQyq50E7YOP9naZg0diihaVu41Z6aNoHIM_pSJE-AMQ8qS20ByePtXy3gECtqSd1eaEiAKnKzC0gqxlzMfYZrhZB6Bpc2UzOFEL_-7B3566/s1600/DSC_0857.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBb-CfTHWeew6vrgcgPKEJ1tXI9dGhjWbwUQyq50E7YOP9naZg0diihaVu41Z6aNoHIM_pSJE-AMQ8qS20ByePtXy3gECtqSd1eaEiAKnKzC0gqxlzMfYZrhZB6Bpc2UzOFEL_-7B3566/s400/DSC_0857.JPG" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><b><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">* Homenaje a <a href="http://www.mas-que-dibujitos.com/wp-content/uploads/2012/01/cm_escalera3.jpg" target="_blank">Madoz</a></span></b></span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-3668666037271494492012-11-06T05:57:00.000-08:002012-11-06T05:57:31.886-08:00Astarloa<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;"><b>Artículo publicado en el periódico <a href="http://www.bilbao.net/cs/Satellite?c=Page&cid=3000018331&language=es&pageid=3000018331&pagename=Bilbaonet%2FPage%2FBIO_listadoPublicaciones" target="_blank">Bilbao</a> en el último número de Noviembre dentro del suplemento cultural Pérgola. Por cierto que esta publicación cumple 25 años. Zorionak y un honor colaborar desde hace casi dos años. La foto es de <a href="http://www.flickr.com/photos/rachel9/" target="_blank">Raquel Fernández Munsuri</a>.</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">Me
paro delante del paso de cebra. Calle Astarloa, esquina Rodríguez Arias. Cojo
el móvil y saco una foto del cruce. Compruebo que ha salido bien, guardo el
teléfono y sigo caminando.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es la
vigésima imagen que tengo de ese lugar. Mientras me alejo vuelvo a coger el
móvil y repaso las fotos que he hecho de ese mismo sitio. Encuadres similares
pero con gente diferente, luz diferente y resultados diferentes. Cada imagen es
fruto del azar. No voy a una hora determinada, en un día concreto para sacar la
fotografía. Eso sí, siempre que pasó por ese cruce, miro la placa que anuncia
la calle, me paro y desde ahí, est é donde esté, repito la misma operación que
acabo de hacer apenas unos minutos antes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">Pero
la rutina es un ser tan voraz que, después de veinte fotos al mismo sitio, casi
he olvidado la imagen con la que nació este juego. La repetición se ha
convertido en lo original, en lo genuino en si mismo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">La
primera imagen que originó esta curiosa manera de pasar por un cruce no la hice
yo. Se trata de una imagen que sacó Raquel y que me gustó. Tiene intención, es
sugerente y deja de ser la calle Astarloa para convertirse en una calle
cualquiera; en todas las calles. Con esa imagen aún en la retina pasé por el
lugar de los hechos. Reconocí el sitio como escenario de la fotografía y sonreí
imaginando a Raquel sacando su imagen. A partir de ahí, se desencadenó el juego
de imágenes donde el azar es el único que establece la densa rutina.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">El
tiempo pasa y vamos perdiendo las referencias. O al menos se van distorsionando.
Y llega uun momento en que creemos genuino lo que no es más que una burda copia
de lo que un dia fue el 'clic' que nos hizo caminar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esto pasa mucho ahora. Con ideas, personas,
sentimientos, incluso besos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjglAZDhP4wOCLFgRKQ46Urqf94_jgyU_V-_OiPIEPAhPBa060AMPBgkIX03AmApg_Ea-Nhor3iAvzdCYBkwUz_TMkNXSUtJ75EivkdJf5ET75cS07biyqQcSAVnxZ6WahUaJImfJAxvk3I/s1600/Astarloa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjglAZDhP4wOCLFgRKQ46Urqf94_jgyU_V-_OiPIEPAhPBa060AMPBgkIX03AmApg_Ea-Nhor3iAvzdCYBkwUz_TMkNXSUtJ75EivkdJf5ET75cS07biyqQcSAVnxZ6WahUaJImfJAxvk3I/s400/Astarloa.jpg" width="266" /></a><span style="font-family: Georgia;">Una
vida, una relación, está llena de ellos. La mayoría son besos a granel.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Calderilla que damos y nos dan por
compromiso, por convención social o por mecánica pura. Una inmensa montaña de
besos pequeñitos e insignificantes que tapa aquellos otros únicos, inmensos
besos que agitaron la tierra que ahora pisamos indolentes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">Hay
ideas que son la base del camino en muchas decisiones. Que motivaron una nueva
mirada, un cambio de rumbo. Pero esas decisiones también llenaron de escombros
y zarzas esas ideas. Cada vez más lejanas y brumosas, las ideas se vacían si se
fuerzan, se adulan, se manosean y acaban vestidas con trajes grises de corbata.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">Y
personas que abarrotan la existencia sin saber muy bien qué papel juegan en mi
vida. Quizás una vez fueron importantes pero el tiempo les ha cambiado las
huellas dactilares que nos conectaban. Unas huellas llamadas sentimientos. El
tiempo es perverso y caprichoso, y nosotros somos perezosos y miedosos. Es él
quien retoca, redibuja y hasta desdibuja esos sentimientos que una vez nos
conectaron con alguien. Una vez amé a alguien. Después le odié. Y parecía que
aquel odio estaba ahí desde el principio, que no había sentido nada distinto
antes por aquella persona. Pero pude recordar aquel 'clic' que lo desencadenó
todo. Sigo sin amarle pero dejé de odiarle.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia;">A
veces es bueno preguntarse por qué hacemos las cosas y buscar esa referencia
que lo desencadenó todo. Buscar el original sepultado entre las miles de copias
que hemos ido tomando por verdaderas. Sacudirse el polvo de las retinas e
intentar mirar más allá de la sombra que proyecta una persona para fijarse en
la persona misma.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por eso, de vez en
cuando, vuelvo a mirar esa foto nocturna y sugerente de la calle Astarloa,
esquina Rodríguez Arias que un día sacó mi amiga Raquel.</span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-34871532739502980762012-11-05T06:41:00.000-08:002012-12-21T03:24:14.144-08:00Te quiero*<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTuXr64YI2KhTYC48sUFlNbOwDYlaK3boT5aBheESUDzBiok_mCVXKsfMMMkNgSYK9NjqgU62yQHrbdpI-stH1tVY-q94fZst_LPlFUmC0KXRbVQxaY5yPqZdTKHXVz0oemxi0jy0uSEYo/s1600/tequiero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTuXr64YI2KhTYC48sUFlNbOwDYlaK3boT5aBheESUDzBiok_mCVXKsfMMMkNgSYK9NjqgU62yQHrbdpI-stH1tVY-q94fZst_LPlFUmC0KXRbVQxaY5yPqZdTKHXVz0oemxi0jy0uSEYo/s320/tequiero.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">* Se trata de uno de mis primeros poemas visuales que se publicó, en 2008, en una colectiva de Poesía Visual en la revista <a href="http://www.tramaeditorial.es/" target="_blank">TramayTexturas </a>y en el blog de <a href="http://escritoresvascos.com/inicio" target="_blank">escritores vascos</a>. Me apetecía recuperarla.</span></span>jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-2815059530356438502012-10-31T02:25:00.000-07:002012-10-31T02:25:35.640-07:00Graffighti<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBpnEYsLmgGXXW1VE1fQl8ePpuV6T2pGn6gakX_lXiDGvsC2-aWmhbkUS4REHwHosQq7CYSmcggu0bcGcP8MZN4grik3gZlYhnZemFRteMFD85a1qWla1oYd5qBoKWSBOYsCZVbJMdQXBv/s1600/DSC_0065-1-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBpnEYsLmgGXXW1VE1fQl8ePpuV6T2pGn6gakX_lXiDGvsC2-aWmhbkUS4REHwHosQq7CYSmcggu0bcGcP8MZN4grik3gZlYhnZemFRteMFD85a1qWla1oYd5qBoKWSBOYsCZVbJMdQXBv/s320/DSC_0065-1-1.jpg" width="320" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-84371207770435948372012-10-29T05:29:00.000-07:002012-10-29T05:29:36.401-07:00¿De qué vas?<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Dos libros. Lomo con lomo.
En la estantería de una biblioteca.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqEFdXlT7LtmJrEzQtfrfpnVuQGERNKbgcsMvhcH-cqLRjY7W3Ti4NjysxGlyQ01dyGivEKSxdj4HaSoOo_qNMMh1yZCZ9Z4DcdMhHLVBdiAAvnV1nGVdLuPhWyyLtznF-eNLJtP1_anB_/s1600/DSC_0796.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqEFdXlT7LtmJrEzQtfrfpnVuQGERNKbgcsMvhcH-cqLRjY7W3Ti4NjysxGlyQ01dyGivEKSxdj4HaSoOo_qNMMh1yZCZ9Z4DcdMhHLVBdiAAvnV1nGVdLuPhWyyLtznF-eNLJtP1_anB_/s320/DSC_0796.JPG" width="180" /></a><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Oye, ¿Y tú de
qué vas?<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Vampiros
adolescentes.<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Jo, qué suerte!.<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>No te creas, con
este volumen casi nadie me saca de aquí. Y tú?<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Ensayo
filosófico sobre la Muerte.<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Vaya…Bueno al
menos eres delgado y tienes un buen lomo.<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Ya, pero la
imagen no lo es todo. No niego que me cogen a menudo. Me tocan, me abren un
poquito…pero cuando leen la sinopsis…se acabó. Reconozco que soy algo denso
pero tampoco es para ponerse así. Incluso alguno me deja caer al suelo del
susto. Casi no lo cuento. Ahora entiendo a mi autor.<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Pero, ¿te has
leído?<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>Sí, claro. Desde
que aún olía a tinta fresca. ¿Tú no?<br /><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span>No. Estoy
esperando a que saquen la película. </span><br />
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-87142674876734148752012-10-26T01:25:00.000-07:002012-10-26T01:25:32.914-07:00Humedades<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQhhHNZuE_NkNihojlwixVokvDFdeoyCQArACR8UKF-_6ZneBdlL-XwWNsL8h9c9b2Q_Xj4RdT7eKp_93ZTlTtZWxQ_TxdGG2JLPMeQcwn6HLxpCauWqXCXdewtN5krm5Nc62C0h-_6D6k/s1600/DSC_0772.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQhhHNZuE_NkNihojlwixVokvDFdeoyCQArACR8UKF-_6ZneBdlL-XwWNsL8h9c9b2Q_Xj4RdT7eKp_93ZTlTtZWxQ_TxdGG2JLPMeQcwn6HLxpCauWqXCXdewtN5krm5Nc62C0h-_6D6k/s400/DSC_0772.JPG" width="225" /></a></div>
<br />jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3563948910161552863.post-59570461320896019512012-10-22T06:01:00.000-07:002012-10-22T06:01:13.363-07:00Lectores de sombras<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Es un artículo publicado en <a href="http://latrastiendadebiografias.blogspot.com.es/2012/10/lectores-de-sombras.html" target="_blank">La trastiendia </a>de <a href="http://www.biografiaspersonales.com/" target="_blank">Biografías Personales</a> de <a href="https://twitter.com/Beacelaya" target="_blank">Beatriz Celaya</a>. Gracias Bea. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En el instituto yo tuve una
profesora de literatura de esas que salen en la conversación cuando alguien te
pregunta quién te fomentó el deseo de leer y de escribir. No es muy original
pero es la pura verdad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Entre los méritos de Lola está el
descubrimiento de artistas tan diversos como Alberti, Emily Dickinson, Blanca
Andreu o Lorca. Pero el verdadero mérito de esta mujer fue inocular, en mi
entonces tierna cabecita, la búsqueda de
la emoción, la capacidad de escoger, de moldear el gusto, germinar la idea de
que en la lectura como en la vida, no vale todo. </span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBnRBUwkmwax1JJBBG4SAie37NyfScgVIsCvfA47f6qebVl6Sv4UV7RoXZ3Y6IRDh4LVYin6Y1Mje15oV7VeztRYu4iALUoONXpH8bY5MMsqRKB-w74FZmHKqgU-Cl0uZeQEKfsHrLR8s/s1600/sombras.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBnRBUwkmwax1JJBBG4SAie37NyfScgVIsCvfA47f6qebVl6Sv4UV7RoXZ3Y6IRDh4LVYin6Y1Mje15oV7VeztRYu4iALUoONXpH8bY5MMsqRKB-w74FZmHKqgU-Cl0uZeQEKfsHrLR8s/s320/sombras.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Lola había preparado a principio
de curso una lista con una serie de libros que ella consideraba interesantes
para que nosotros leyéramos durante el año. No obstante, podíamos leer cualquier
otro libro siempre y cuando tuviésemos su autorización previa. Así, una o dos
veces al mes, antes de empezar la clase de literatura nos preguntaba uno por
uno y en voz alta qué es lo que íbamos o estábamos leyendo. Por allí salieron
autores de todo tipo: Verne, Melville, Montalbán, García Marquez, Reverte, Eco,
etc. Entonces yo dije el mío: El médico de Noah Gordon. Lola torció el gesto y
dijo un sonoro “No!” que se escuchó por todo el instituto. Lo había leído mi
madre, era un absoluto éxito en ese momento y me pareció buena idea. Está claro
que a ella no. Me dijo que había literatura mucho más interesante. Volví a la
librería de mi madre y rebusqué hasta encontrar uno más delgadito y que parecía
interesante. Fui con el libro a clase y le dije: “'El retrato de Dorian Gray'.
Puedo?”. Y me contestó: “Debes”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Wilde se ha convertido en uno de
mis autores preferidos y jamás he tenido la tentación de volver a por 'El
Médico'. Siempre hay otro libro que se adelanta. Nunca le agradecí lo
suficiente a Lola esa doble orientación y la enseñanza última de no perder el
tiempo. De aprender a escoger, de respetar y cuidar de nosotros mismos leyendo
libros que nos hagan crecer, reír, llorar o pensar. Ahora parece que triunfa la
idea de que vale cualquier cosa que tenga buen diseño. A pesar de que nos haga
más pequeños como personas. Todo vale con tal de pasar el rato. Vivir se ha
convertido un rato que hay que pasar. Al final, de tanto leer sombras nos vamos
a convertir en sombras. </span></div>
jöelhttp://www.blogger.com/profile/02165361416290959488noreply@blogger.com3