El martes visitó Bilbao el escritor castellano Gustavo Martín Garzo. El autor compartió mesa y mantel con colegas de profesión como Juan Bas, Fernando Marías, Lorenzo Silva o Rosa Regás, y un nutrido grupo de periodistas. Y lo hizo con la excusa de presentar su novela 'Los viajes de la cigüeña'. Una obra que, bajo el formato de libro de viajes, esconde un viaje interior mucho más sugerente que el ya de por sí interesante periplo por su comarca: Tierra de Campos.
Garzo aseguró que él no terminaba de sentirse nacionalista de un país, ni de una región pero que sí se identificaba enormemente con la comarca que le vio nacer y crecer. Una refleción interesante que enseguida se montó encima de aquella bicicleta que usaba para recorrer esa tierra ancha y plana como el peche de un varón, que decía Machado. En fin, otro pequeño apunte escrito en la esquina de una servilleta durante una comida agradable y entrenida, Un saludo glotón y satisfecho. Jöel.
P.D.: La fotografía es del gran Raúl Martínez.
2 comentarios:
Sí, ¿pero no te fijaste que había periodistas a los que no habías visto en la vida? ¿O que hay gente que se apunta con mucha facilidad a un encuentro de mantel y bebida? Las presentaciones entran mejor con vino o con canapés de paté con mermelada de frambuesa. La literatura sólo queda para los que hablamos de ella después, en la sobremesa, sumergidos en un café o sentados en los sofás de un hotel del centro de Bilbao.
Sí pero creo que esa circunstancia es inevitable. La del gañote por el gañote. Pero ellos se lo pierden si lo único que buscan es comida y bebida gratis. Si encima encuentras buena compañía, la mejor diría yo, el gañote se convierte en una comida deliciosa y una sobremesa inolvidable.
Y la literatura queda para el que se abre a ella con respeto, siceridad y pasión desbordante. El restoes, como diría un amigo mío, filfa.
Un saludo literario y con reverencia.
Jöel.
Publicar un comentario