viernes, 26 de febrero de 2010

La cinematema. Quinta Sesión. Cine Carcelario.


Al rumor de la multipremiada ‘Celda 211’ y su reciente cosecha de ‘cabezones’, me ha parecido que era la excusa perfecta para armar la nueva sesión triple de la cinematema: El cine carcelario. Sé que no voy a dejar a nadie satisfecho pero voy a intentar ser variado y rozar la excelencia para que no pidáis una alta condena por lo mal que lo he hecho.
‘Cadena perpetua’ de Frank Darabont (1994). Tan popular como efectiva y emocionante, ‘The Shawshank redemption’ se ha convertido en uno de los principales relatos carcelarios de la historia del cine. Elegida por los usuarios de la magnífica Imdb.com como la mejor película con casi medio millón de votos da un poco la idea de la impresión que dejó una cinta que tiene en el ritmo, las interpretaciones y una fotografía impecable de Roger Deakins (Revolutionary road, O brother!, Fargo), sus grandes bazas para ser una película masiva. Desde luego que no hay que perder de vista la historia que escribiera Stephen King y que en la película mantiene esta estructura narrativa de cuento con cabriola final que, si bien por momentos la hace un poco lenta, la culmina con un final digno del mejor celuloide yankee. De Darabont se puede destacar, como cine de barrotes, la Milla Verde, que intentó repetir el éxito de ‘Cadena Perpetua’ pero no fue posible.
‘Le trou’ de Jacques Becker (1960). Retrocedemos unas cuantas décadas para encontrarnos con un drama carcelario sin esa pátina buenista americana que sí tiene la anterior cinta comentada. Dura, recia, directa, sobria y con un olfato de documental, el director Jaques Becker realizó una película referencia en el género carcelario. Basada en un hecho real acaecido en 1949 en la cárcel francesa de la Santé, ‘Le trou’ ha sido sepultada por otras cintas más vistosas o más condescendientes. Icono del cine galo antes de que la ventolera de la Nouvelle Vague lo revisara todo, Becker fue Ayudante de Dirección del gran Jean Renoir en títulos como La gran Ilusión, o La Marsellesa. Precisamente, ‘Le trou’ fue su última película justo después de ‘Casque D’or’ o ‘Rue de l’estrapade’. Un gran autor al que no se le puede perder de vista.
‘La leyenda del indomable’ de Stuart Rosenberg (1967). Pocos años después de que Becker estrenara su agujero, Stuart Rosenberg hizo lo propio con otro icono de los dramas barroteros. ‘Cool hand luke’ narra la vida de un buscavidas canalla pero tremendamente encantador y magistralmente interpretado por un Paul Newman nominado al oscar por este papel. Varias frases de esta película formanparte ya de nuestra memoria de celuloide como esa de ‘¿Jefe, puedo beber?. -Bebe’…y otras más. Newman despliega todo su encanto arropado por un inmenso George Kennedy y una tropa de secundarios creíbles como un jovencito Dennis Hopper. Además, la música es de Lalo Schiffrin. Del director poco podemos decir salvo que veinte años después de firmar esta película hizo otra con nombre propio y con la cárcel de fondo. ‘Brubaker’ se convertía en un lucimiento del rubiales de Robert Redford que se ve inmerso un drama carcelario con tintes sociales que se ve muy bien y que curiosamente también aparece Morgan Freeman y un inspirado Yaphet Kotto. Creo que es un programa triple que merece la pena invertir el tiempo que necesitan. Por si alguna de ellas ya están muy vistas se pueden sustituir por La Gran Evasión o Papillón, por ejemplo. Un abrazo incondicional. Joel.


jueves, 25 de febrero de 2010

Ha muerto la voz del Capitán Renault

Una entrada triste y melancólica con una sonrisa de medio lado y con los ojos cerrados. Ha muerto el poeta, actor y doblador español Rafael de Penagos. Un gran hombre de cultura español que ya ha pasado a la hemeroteca de nuestra vida por ser la voz del cínico e irónico Capitán Renault de 'Casablanca'.
Esa voz inolvidable de doblaje que forma parte de esa banda sonora de lo que crecinos fascinados por esas grandes películas en blanco y negro y que tuvimos que acercarnos a ellas por la pequeña pantalla.

Coque Malla se desenchufa en Leioa

Tras casi un año después del lanzamiento de ‘La hora de los gigantes’, Coque Malla vuelve a Euskadi para recalar en la Kultur Etxea de Leioa para hacer un bolo desenchufado con la única ayuda de su voz, su guitarra y la guitarra de Nico Nieto.

La hora de los gigantes es –en palabras del propio Coque Malla– de todos los discos que ha grabado en su vida, el que más se parece a los discos que más le gusta escuchar, porque tiene algo especial

"Ha sido como darse una buena ducha, ponerte tu mejor traje e irte a cenar al mejor restaurante de la ciudad con la chica de tus sueños, después de llevar una buena temporada encerrado en casa, solo, comiendo pizza fría y viendo la tele enfundado en un pijama viejo y raído".

Muchos dicen que Coque Malla está acabado….es porque no han escuchado este último disco. Es más, yo creo, sinceramente, que con este disco Coque Malla acaba de llegar y ha venido para quedarse.

Evitemos hablar de “Juno” y de los Moldy Peaches…

Adam Green acaba de publicar su séptimo álbum de estudio “Minor Love”, donde nos topamos con una imagen suya algo más trasnochada, que le va como anillo al dedo a la de chico malo y tierno que tan cuidadosamente ha elaborado… Con esas historias que pueden ser reales o no pero que siempre suenan sinceras: Breaking Locks, What Makes Him Act So Bad … Este nuevo Green ajonathanrichmanado, presenta el disco fresquito en España con la sensación de que vamos a encontrarnos con el lado más gamberro de unos de los artistas más personales de su generación.
2 Marzo 2010 - Barcelona, Razz 2
3 Marzo 2010 - Madrid, Ramdall Live Club

Rufus cantará en Bilbao el 9 de mayo.

Los fans de Rufus estamos de suerte. Una de las mejores voces de la música actual y único heredero digno del fraseo de Frank Sinatra visitará nuestro botxito el 9 de mayo gracias a Last Tour International, al Euskalduna y a la aparición en Abril de su nuevo disco de estudio. Las entradas se ponen a la venta el 3 de marzo. Y si le tocáis, él os toca...una canción.

Hijo de los cantantes de folk Loudon Wainwright III y Kate McGarrigle, Rufus Wainwright nació en Nueva York, pero cuando a los 3 años sus padres se separaron, se fue a vivir con su madre a Montreal (Canadá). Empezó a tocar el piano con 6 años y a los 13 ya hacía giras con su madre, su tía y su hermana Martha. Admirador de Edith Piaf, Al Johnson o Judy Garland, su música tiene unas marcadas influencias líricas que van desde la ópera hasta la chanson francesa pasando por el musical.

Su álbum debut en solitario se publica en 1998, pero es en 2003 y 2004 cuando, al publicar la serie 'Want One' y 'Want Two', consigue una popularidad incontestable, el respeto del público y de la crítica y alcanzar un sonido propio inconfundible que marcaría su carrera.

A esos discos les han seguido 'Release The Stars' (2007), también en 2007 'Rufus Does Judy at Carnegie Hall' (un directo en el que Rufus reinterpretó un concierto de Judy Garland fielmente), otro directo de 2009 ('Milwaukee at Last!!!') y el próximo mes de abril se publicará 'All Days Are Nights: Songs for Lulu', sexto disco de estudio de Wainwright, que contendrá 12 nuevas canciones.

La música de Rufus también ha sido utilizada en infinidad de ocasiones en el cine ('Brokeback Mountain', 'I am Sam', 'Moulin Rouge!', 'Shrek', 'Zoolander'), la televisión y el teatro ('Shakespeares Sonette') y el artista nunca ha ocultado su deseo de dedicarse a crear una ópera. Pero antes de que ocurra eso, el próximo 9 de mayo tendremos la oportunidad de verle en el Palacio Euskalduna de Bilbao presentando su nuevo disco 'All Days Are Nights: Songs for Lulu'. Las entradas se pondrán a la venta el miércoles, 3 de marzo, a través de la Red Ticketmaster.

RUFUS WAINWRIGHT
+ Artista Invitado

Domingo, 9 Mayo
Palacio Euskalduna, Bilbao
Puertas – 20:00h
Artista Invitado – 20:30h
Rufus Wainwright – 21:30h

Precio: 52€, 45€, 40€
Venta: Red Ticketmaster, www.ticketmaster.es, 902 15 00 25, Fnac, Carrefour, Oficinas Halcón Viajes, Power Records


Un abrazo canoro. Jöel.

lunes, 22 de febrero de 2010

Apuntes de un hombre solo. Solo pero no solo.



"...Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad: somos nosotros..."


'Amistad a lo largo'. J. G de B.


domingo, 21 de febrero de 2010

Botiquín para el alma. I.

Todos, al menos una vez, necesitamos curar nuestro alma. La vida, inevitable y obligada, hace estragos en nuestro mapa más íntimo. Por esa razón, este botiquín tiene sentido. Vamos a ir incluyendo poco a poco esas cosas que nos hacen paliar el dolor momentáneo, duradero o intermitente...

Empezamos con una canción que a Isabel le cauteriza las heridas anímicas. "Peor para el sol" de Joaquín Sabina. Un clásico, el madrileño de Jaén con voz rota por la vida, que es el mejor invitado para inaugurar este botiquín.
Esta pildorita se puede mezclar con otros jarabes como una copa de vino, una buena copa de he lado de chocolate. Un abrazo vendado. Jöel

Apunte a la cinematema

Este post quiere servir de apunte a la cinematema publicada el viernes dedicada al cine inmobiliario. Un buen amigo con el cual he retomado el contacto hace realmente poco me hizo una apostilla al programa triple. Además ya lo dejó claro en su blog con esta entrada. El hecho es que dejemos de calificar a El apartamento como una comedia romántica. Si bien es cierto que a esta película le da un poco igual las etiquetas que se le pongan, me parece muy bien destacar su perfil más drámatico y más agri que dulce. Incluso el final nos induce a pensar a que es un final plenamente feliz y romántico pero no deja de ser un final más abierto que cerrado y que es la soledad y el 'desnorte' de los dos personajes lo que les hace estar juntos. Sirvan estas líneas para potenciar esa etiqueta que muchas veces se olvida en favor del carácter cómico que si duda lo tiene. Gracias Davis y no dudéis en hacer un Safari nocturno. Un abrazo tragicómico. Jöel.

viernes, 19 de febrero de 2010

La cinematema. Cuarta sesión. Cine Inmobiliario.

Es viernes y me parece un día inmejorable para retomar una sección interesante de este blog maltrecho pero longevo. La cinematema nació con la idea de dar un abanico de tres películas unidas por un hilo temático. Ya hemos pasado por el verano, el cine musical, sobre el que algún día habrá que volver, y sobre la mirada de Peter Weir. El hilo de hoy es el cine inmobiliario. Reconozco que la percha es un poco débil pero resulta que he conseguido armar un programa triple muy interesante con el inmueble como elemento central. Para este fin de semana que aún se antoja frío y desapacible, propongo visitar tres casas. Un espacio pequeño, urbanita e ideal para robinsones buscando huellas en la arena, una casa luminosa y en fase de construcción pero con mucha vida acumulada y un piso grande, perfecto para empezar una nueva vida pero en la que no entra más que un sueño.
‘El apartamento’. B. Wilder. 1960. Poco se puede decir de una de las mejores comedias de Wilder y por extensión, una de las mejores películas de la historia del cine. Esta cinta cuenta la historia de C.C. Baxter, un trabajador cualquiera de una gran compañía que por azar se ve obligado a dejar su piso de soltero a sus superiores para sus escarceos amorosos. Este negocio paralelo va 'relativamente bien' hasta que entra en juego Fran Kubelik, la ascensorista de la que está enamorado. Una comedia romántica pero que contiene esa mirada oblicua y triste del director austríaco. Un guión sólido donde los haya con perlas como "cuando estás enamorada de un hombre casado no tienes que llevar rimel", frase que mezcla el humor, el amor y el desencanto a partes iguales en un cóctel que se llama 'El Apartamento' y que ganó cinco oscars.
‘La casa de mi vida’. I.Winkler. 2001.
Quizás pasada demasiadas veces por la televisión, 'La casa de mi vida' es, sin embargo, una película muy bien dirigida y muy efectiva en cuanto que consigue su propósito. George Monroe tiene los días contados, le han echado de su trabajo de maquetista y vive en el garaje. Llega el verano y decide tirar su antigua casa y leantar una nueva. Para ello obliga a su hijo adolescente a que le ayude. Se trata de un melodrama clásico con final trágico y aleccionador pero que utiliza todos los elementos a su alcance con maestría y contención. Con una metáfora más teatral que cinematográfica (me estoy acordando de 'La boda de los pequeños burgueses' en la que Bretch lo utilizaba pero en sentido inverso), Winkler no fuerza a los personajes a cambiar radicalmente sino que todos van encontrando su camino poco a poco sin estridencias y mecidos por una excelente fotografía del oscarizado Vilmos Zsigsmond y música de Mark Isham. El pulso de Winkler evita que esta película se convierta en un telefilme barato.
‘Casa de arena y niebla’. V. Perelman. 2003. Y para terminar este programa triple inmobiliario tenemos un argumento que también podría haber servido para llenar las sobremesas televisivas pero que, afortunadamente, se ha convertido en una película profunda que se basa en un conflicto inmobiliario para hablar de los sueños, las oportunidades y el pasado. Un bungalow en California enfrenta a Kathy, una joven que pretende encontrar el norte después del infierno de las drogas y Massoud Amir, un ex-militar iraní que pretende dar a su familia el lujo perdido.
Una cinta a veces densa, como la niebla, e incómoda, como la arena que en su ritmo, pausado y contenido, y en sus interpretaciones, sólidas y profundas, basa su éxito. Fue la 'tapada' en los oscar de 2004, con tres nominaciones.
Y así, ponemos punto final a este menú más parecido a unos anuncios clasificados del periódico que a un programa de cine pero que respira celuloide y calidad por los cuatro costados. Desde luego que no son las únicas de este tema, así que espero sugerencias.
Un abrazo sin hipoteca pero amueblado. Jöel.

jueves, 18 de febrero de 2010

Causas y avatares



Juro que me encantaría ver determinados prismas de la vida con la mente absolutamente virgen, el alma sin estrenar y la hemeroteca de mi vida limpia de polvo y paja. Pero es imposible. Yo, de momento, no puedo y aun así he de reconocer que soy capaz de emocionarme, sonreír, llorar y frenar si hay algo que me asalta en mi camino con algo de verdad dentro.

Y no puedo, supongo, porque soy un ser pequeño (en términos relativos) que no deja de andar y de encontrarse con una ingente cantidad de impulsos a los que, muchas veces, sucumbe por su propia curiosidad de gato.

Esta curiosidad felina o gatuna, que no es más correcto pero sí más apropiado, es la que me llevó a una sala de cine para ver ‘Avatar’.

Tres horas menos cuarto después salí de esa sala enorme con la sensación, igual de grande, de haber visto una película mediocre y sin imaginación.

Puede parecer una paradoja, pero la película que ha gastado miles de millones de dólares en una tecnología única para representar unos mundos hasta ahora inéditos no tiene imaginación. No hay nada en sus 165 minutos de duración que no se le haya ocurrido antes a alguien. Es como un artículo especializado en los que el autor utiliza notas al pie para las referencias: cada fotograma remite a una referencia cinematográfica o literaria anterior. Todo recuerda a todo. Aunque los detalles y los ejemplos son casi infinitos, no quiero detenerme en eso porque seguro que aquellos que la hayan visto saben qué ejemplos son.

Y es este hecho, el de la absoluta falta de chispa e imaginación, lo que me llevó a realizar la siguiente reflexión. ‘Avatar’ es una película con un carácter masivo y destinado a arrasar en la taquilla. La creación de expectativas, un director ausente de las pantallas durante años y una historia de amor eran los reclamos utilizados y expuestos en todos y cada uno de los rincones del planeta. Y funcionó.

En el siglo XX, semejante maquinaria propagandística se solía utilizar para que los peatones dirigieran su opinión a un lugar concreto. En una palabra, manipular a la opinión pública para lanzar un mensaje sesgado e interesado. Yo pensaba que ‘Avatar’ iba a seguir ese camino marcado. Pero no. Es posible que la televisión haya retomado esa senda señaladora que tenía el cine.

Sin embargo, creo que ‘Avatar’ sí pretende dar un mensaje concreto y mi ingenuidad me hace dudar de si es intencionado o no. Y es en este punto donde vuelvo a la falta de imaginación del film.

Parece como si el nuevo totalitarismo no radique tanto en imponer un determinado pensamiento único por encima de la diversidad como en ejecutar a la imaginación, cercenar cualquier posibilidad de viajar sin moverse del sitio, de matar de inanición a la creatividad, justo en un momento en el que, curiosamente, la creatividad tiene relativa buena prensa.

Es una película que lo da todo hecho, no deja ningún resquicio para que nuestro magín respire y enriquezca la película, para que de una manera inconsciente añadamos detalles a los vecinos azules y consigamos estar dentro de ese ‘otro’ planeta azul.

Una voz en off insistente y subrayadora de la imagen permanentemente hace imposible que el espectador interprete los gestos de los personajes. Todo lo hace la película. El espectador no tiene que hacer nada. Tan solo seleccionar la función ‘Stand by’, ponerse las gafas y dejarse llevar sin preguntarse nada. Si me apuran, el hecho de ponerse las gafas ya es un hecho de dirigir la mirada hacia un lugar concreto y no otro. Más allá de los márgenes de las gafas no puedes ver ni entender nada. Cuanto menos resulta inquietante.

Y no se trata de la primera película que deja gravemente herida a la imaginación pero sí es la primera cinta que lo hace con unos medios técnicos sin precedentes y con una capacidad de convocatoria que puede hacer creer que lo que se ve en ‘Avatar’ es imaginación. Y nada más lejos de la realidad.

Puede que exagere y que realmente tan sólo sea un mal coche en el que se olvidaron del motor mientras estaban en el taller preocupados con pulir la carrocería. Sin embargo, creo también que este tipo de películas nos deben hacer ser mucho más exigentes de lo que a veces somos. Que no nos valga cualquier película para entretenernos. Si tenemos hambre y queremos picar algo entre horas seguro que no comemos jamón podrido o pan seco. Pues en el cine y en la cultura del entretenimiento debe ser parecido. Aunque sólo sea para pasar el rato, el jamón que sea de la mejor calidad posible y el pan del día.

martes, 16 de febrero de 2010

Un botiquín para el alma


¿A qué libro, disco, canción, cuadro, lugar, color, sabor, comida u objeto acudís cuando el día ha sido malo, las noticias malas se acumulan o las personas que tenéis cerca no seportan bien o no os corresponden?


CREEMOS ENTRE TODOS UN BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS PARA EL ALMA


¿BOB DYLAN PARA OLVIDAR AL C****N DEL JEFE?

¿MARILYN MANSON PARA EL MAL DE AMORES?

¿CHOCOLATE PARA UN PLANTÓN?

¿...?


AYUDADME A COMPLETARLO...


Esto es un apunte escrito en una hoja enviado dentro de una botella a todos vosotros. Jöel.