miércoles, 31 de octubre de 2012
lunes, 29 de octubre de 2012
¿De qué vas?
Dos libros. Lomo con lomo. En la estantería de una biblioteca.
- Oye, ¿Y tú de qué vas?
- Vampiros adolescentes.
- Jo, qué suerte!.
- No te creas, con este volumen casi nadie me saca de aquí. Y tú?
- Ensayo filosófico sobre la Muerte.
- Vaya…Bueno al menos eres delgado y tienes un buen lomo.
- Ya, pero la imagen no lo es todo. No niego que me cogen a menudo. Me tocan, me abren un poquito…pero cuando leen la sinopsis…se acabó. Reconozco que soy algo denso pero tampoco es para ponerse así. Incluso alguno me deja caer al suelo del susto. Casi no lo cuento. Ahora entiendo a mi autor.
- Pero, ¿te has leído?
- Sí, claro. Desde que aún olía a tinta fresca. ¿Tú no?
- No. Estoy esperando a que saquen la película.
viernes, 26 de octubre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
Lectores de sombras
Es un artículo publicado en La trastiendia de Biografías Personales de Beatriz Celaya. Gracias Bea.
En el instituto yo tuve una
profesora de literatura de esas que salen en la conversación cuando alguien te
pregunta quién te fomentó el deseo de leer y de escribir. No es muy original
pero es la pura verdad.
Entre los méritos de Lola está el
descubrimiento de artistas tan diversos como Alberti, Emily Dickinson, Blanca
Andreu o Lorca. Pero el verdadero mérito de esta mujer fue inocular, en mi
entonces tierna cabecita, la búsqueda de
la emoción, la capacidad de escoger, de moldear el gusto, germinar la idea de
que en la lectura como en la vida, no vale todo.
Lola había preparado a principio
de curso una lista con una serie de libros que ella consideraba interesantes
para que nosotros leyéramos durante el año. No obstante, podíamos leer cualquier
otro libro siempre y cuando tuviésemos su autorización previa. Así, una o dos
veces al mes, antes de empezar la clase de literatura nos preguntaba uno por
uno y en voz alta qué es lo que íbamos o estábamos leyendo. Por allí salieron
autores de todo tipo: Verne, Melville, Montalbán, García Marquez, Reverte, Eco,
etc. Entonces yo dije el mío: El médico de Noah Gordon. Lola torció el gesto y
dijo un sonoro “No!” que se escuchó por todo el instituto. Lo había leído mi
madre, era un absoluto éxito en ese momento y me pareció buena idea. Está claro
que a ella no. Me dijo que había literatura mucho más interesante. Volví a la
librería de mi madre y rebusqué hasta encontrar uno más delgadito y que parecía
interesante. Fui con el libro a clase y le dije: “'El retrato de Dorian Gray'.
Puedo?”. Y me contestó: “Debes”.
Wilde se ha convertido en uno de
mis autores preferidos y jamás he tenido la tentación de volver a por 'El
Médico'. Siempre hay otro libro que se adelanta. Nunca le agradecí lo
suficiente a Lola esa doble orientación y la enseñanza última de no perder el
tiempo. De aprender a escoger, de respetar y cuidar de nosotros mismos leyendo
libros que nos hagan crecer, reír, llorar o pensar. Ahora parece que triunfa la
idea de que vale cualquier cosa que tenga buen diseño. A pesar de que nos haga
más pequeños como personas. Todo vale con tal de pasar el rato. Vivir se ha
convertido un rato que hay que pasar. Al final, de tanto leer sombras nos vamos
a convertir en sombras.
domingo, 21 de octubre de 2012
viernes, 19 de octubre de 2012
Días grises
Un acuario cerca de una ventana. Dos peces merodean indolentes.
Afuera llueve.
Hola.
Hola.
¿Por qué corren?
No les gusta el agua.
Qué idiotas.
Sí. La lluvia les pone nerviosos, serios y tristes.
¿Qué es la lluvia?
Pequeñas porciones de agua que viajan por su mundo en días grises.
¿Nosotros tenemos lluvia?
No.
¿Y por qué no tenemos lluvia?
Porque no tenemos días grises. Siempre son blancos o negros.
Nunca grises.
Bueno, así nunca nos ponemos nerviosos, serios y tristes,
no?
Eres nuevo, ¿verdad?
Sí.
Pues entonces nada.
miércoles, 17 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
Elecciones
-¿Qué vas a votar?
-Buf, vaya pregunta...casi prefiero que me preguntes si aún te quiero.
-Buf, vaya pregunta...casi prefiero que me preguntes si aún te quiero.
-Idiota...
-No lo sé. Te juro
que no tengo ni puta idea.
-O sea que eres uno de
esos deseados indecisos que tanto codician los partidos políticos.
-Pues van listos. No
les deseo mi voto.
-Tampoco es malo ser
indeciso.
-No lo sé.
-Quiero decir que te
importa la decisión que vas a tomar y por eso te tomas tu tiempo y
analizas las diferentes opciones...
-Puede ser. En las
anteriores elecciones, no sé si te lo he contado, me planté
delante de la mesa con todos esos montoncitos de papeletas y sobres
buscando una inspiración que me iluminara para coger una entre
todas las listas...
-¿Y qué hiciste?
-Nada.
-Oye...
-¿Qué?
-¿Aún me quieres?
-No lo sé.
-Hablo en serio.
-Yo también...Bueno....ser
indeciso no es malo, no?
-Vete a la mierda.
sábado, 13 de octubre de 2012
jueves, 11 de octubre de 2012
El sabor de las lágrimas
Una parada
de autobús. Hace frío. Ella espera. Él llora.
-No,
por nada.
-Siempre se llora por algo.
-No tiene por qué. A veces se llora sin motivo.
-Ese es un motivo más que suficiente para llorar, ¿no crees?
-No lo sé. Puede ser. Me da igual.
-Perdona.
-No importa. Recuerdos mal curados, supongo.
-La mayoría no cicatrizan bien, es cierto.
-Ninguno, yo creo.
-Los buenos sí.
-¿Cuál es la diferencia?
-El sabor de las lágrimas.
-Vaya tontería.
-Es cierto. Me lo contó mi padre.
-Pero si lloras…¿Qué más da ?
-Ya llega mi autobús.
-Siempre se llora por algo.
-No tiene por qué. A veces se llora sin motivo.
-Ese es un motivo más que suficiente para llorar, ¿no crees?
-No lo sé. Puede ser. Me da igual.
-Perdona.
-No importa. Recuerdos mal curados, supongo.
-La mayoría no cicatrizan bien, es cierto.
-Ninguno, yo creo.
-Los buenos sí.
-¿Cuál es la diferencia?
-El sabor de las lágrimas.
-Vaya tontería.
-Es cierto. Me lo contó mi padre.
-Pero si lloras…¿Qué más da ?
-Ya llega mi autobús.
-Sí, siempre llega.
-El mío aún tardará.
-El mío aún tardará.
Ella sube
rápido. Él le mira fijamente mientras una última lágrima
desemboca en sus labios y su lengua la recoge con cuidado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)